sábado, 22 de agosto de 2009

Siga la fila, ya pasó un amigo...

La vida es un ratito...Juan Esteban Aristizábal Vásquez tiene razón; el día de ayer muchos nos reunimos en la Catedral de Ciudad Quesada para despedir a don Hubert, un vecino y un amigo.

Don Huberth es el papá de Jonathan, Silvia, David y Emerson, amigos de la infancia, gente con la que nos criamos y con quienes pasamos tardes enteras mejengueando, jugando escondido, reventando triquitraques, paseando en bicicleta, en carros de roles, patineta...y aunque era el papá de ellos 4, se convertía en papá de 10 carajillos cuando nos llevaba al estadio. Gracias a él, aún varios tenemos la hermosa costumbre de asistir a cada partido que la Asociación Deportiva San Carlos juega como local. Don Huberth no regañaba, nunca nos llamó la atención, el simplemente estaba atento; incluso durante una discusión en media mejenga él ponía la tranquilidad y reestablecía la misma, no sin antes advertirnos que estabamos jugando, que no ganamos ni perdiamos nada al final del día.

Con el paso de los años y por cosas de la vida, ambos compartimos cursos de administración, al ser ambos pequeños empresarios de la zona. Don Huberth se caracterizó por sus conocimientos del mercado, por saber realmente que vendía, cómo es su producto y que debía hacer para lograr la calidad que, hasta el día de hoy, se place de contar los Productos Tostados La Nena.

Que Dios lo tenga en la gloria...y para Gato, Tetera y Fiti...mi más sincero abrazo...ahí seguiremos en el barrio, cuenten con nosotros.

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